Recomendaciones para la ciudadanía corporativa en el tema ( Por Donald Mattos)
Cuando de habla de grandes corporaciones y multinacionales, se hablan de miles de vidas que de una u otra manera se ven afectadas por las actividades de estas. La forma en que se e desempeñan estas corporaciones en el mundo de los negocios puede traer grandes beneficios y mejorar la calidad de vida de las personas o destruirlas. En el caso de Worldcom, las decisiones éticas que se tomaron perjudicaron a cientos de miles de personas, desde sus accionistas y sus trabajadores, hasta las economías de otros países que se vieron afectadas con la quiebra de la empresa. En esta parte del trabajo haremos recomendaciones para la ciudadanía corporativa con el fin de que la probabilidad de que surga un nuevo caso como este en un largo plazo sea casi nula.
Para empezar, Worldcom no tenía un código de ética cuando se inició el proceso de decisión ética. La existencia de un código de ética hubiera podido influenciar en forma positiva la toma de decisión de los altos directivos de Worldcom.
En segundo lugar, la mayoría de las personas involucradas en el fraude nunca recibieron entrenamiento sobre como confrontar situaciones que requieran una decisión ética. Es decir, un curso o seminario bien estructurado sobre ética para los negocios hubiera podido evitar que Ebber se incline a alterar los estados financieros de la empresa.
En tercer lugar, en el momento del escándalo de Worldcom, la ética no formaba parte de la cultura organizacional. Para que un curso o seminario sobre ética pueda ser efectivo, se necesita mecanismos dentro de la cultura organizacional que fomenten el comportamiento ético.
Por último, al menos unas 100 personas en Worldcom resultaron estar involucradas en el fraude. Alguna de esas personas tuvo que pasar, en algún momento u otro, por el proceso de decisión ética, ya que sabían del fraude y decidieron quedarse callados. Un mecanismo que les permita expresarse sin temor a represalias los alentaría a no ser cómplice de las decisiones no éticas.
Como podemos apreciar, en el caso de Worldcom y otros similares a este, pudieron haberse evitado en gran medida si se hubieran implantado los mecanismos mencionados. Para que estos mecanismo sean sostenibles a favor de los stakeholders de todas las corporaciones, deberían ser reguladas, exigidas o alentadas por los gobiernos y/o las organizaciones internacionales.
Cuando de habla de grandes corporaciones y multinacionales, se hablan de miles de vidas que de una u otra manera se ven afectadas por las actividades de estas. La forma en que se e desempeñan estas corporaciones en el mundo de los negocios puede traer grandes beneficios y mejorar la calidad de vida de las personas o destruirlas. En el caso de Worldcom, las decisiones éticas que se tomaron perjudicaron a cientos de miles de personas, desde sus accionistas y sus trabajadores, hasta las economías de otros países que se vieron afectadas con la quiebra de la empresa. En esta parte del trabajo haremos recomendaciones para la ciudadanía corporativa con el fin de que la probabilidad de que surga un nuevo caso como este en un largo plazo sea casi nula.
Para empezar, Worldcom no tenía un código de ética cuando se inició el proceso de decisión ética. La existencia de un código de ética hubiera podido influenciar en forma positiva la toma de decisión de los altos directivos de Worldcom.
En segundo lugar, la mayoría de las personas involucradas en el fraude nunca recibieron entrenamiento sobre como confrontar situaciones que requieran una decisión ética. Es decir, un curso o seminario bien estructurado sobre ética para los negocios hubiera podido evitar que Ebber se incline a alterar los estados financieros de la empresa.
En tercer lugar, en el momento del escándalo de Worldcom, la ética no formaba parte de la cultura organizacional. Para que un curso o seminario sobre ética pueda ser efectivo, se necesita mecanismos dentro de la cultura organizacional que fomenten el comportamiento ético.
Por último, al menos unas 100 personas en Worldcom resultaron estar involucradas en el fraude. Alguna de esas personas tuvo que pasar, en algún momento u otro, por el proceso de decisión ética, ya que sabían del fraude y decidieron quedarse callados. Un mecanismo que les permita expresarse sin temor a represalias los alentaría a no ser cómplice de las decisiones no éticas.
Como podemos apreciar, en el caso de Worldcom y otros similares a este, pudieron haberse evitado en gran medida si se hubieran implantado los mecanismos mencionados. Para que estos mecanismo sean sostenibles a favor de los stakeholders de todas las corporaciones, deberían ser reguladas, exigidas o alentadas por los gobiernos y/o las organizaciones internacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario